¿Alguna vez has pensado en emprender pero sientes que los modelos de negocio basados solamente en la rentabilidad económica no son exactamente lo que buscas? ¿Estás convencido de que deben de haber otras formas de hacer negocios, generando un gran impacto social al dar empleo a miles de personas, sin tener que causar daños al medioambiente? ¿O quizá ya tienes un negocio funcionando pero has notado que entre mejor se encuentren tus colaboradores y mejor se encuentre la comunidad en la que se localiza tu negocio, obtienes mejores resultados? A eso se le llama una empresa con responsabilidad social.

Definiciones hay muchas de qué es una empresa socialmente responsable. Muchas veces se mezclan los términos de inclusión social, de impacto social de sustentabilidad para tratar de reunir en un concepto único todo aquello que llamamos solidario. Sin embargo lo importante no es qué nombre se le dé sino qué acciones se deben tomar en cuenta para lograr que tu empresa o tu emprendimiento pueda generar un mayor impacto social al ser más inclusivo con tus colaboradores, con tu entorno, con tus clientes, con tus proveedores y con todo aquello que se le llama stakeholders, es decir, todos aquellos que se ven afectados por tu empresa.

Y es que una empresa socialmente responsables será aquella que integre a sus empleados no solo como operarios sino como beneficiarios. En otras palabras, una empresa con responsabilidad social puede ser aquella en que los dueños sean todos aquellos que trabajan en ella, como lo es una cooperativa. También puede ser aquella que incorpora un grupo de personas que a su vez benefician a otros grupos de personas de áreas vulnerables como gente en pobreza, personas con alguna discapacidad o pertenecientes a grupos estigmatizados como lo son los presos y ex-convictos o bien de algún grupo de personas que normalmente sufren condiciones de trabajo más adversas de lo normal, y que reciben menores salarios del promedio.

Por eso, si tienes una empresa y quieres hacerla socialmente responsable, o si quieres comenzar una empresa social desde cero, aquí te dejamos 3 sencillos tips para lograrlo.

1. ¡Hombres y mujeres por igual!

Es seguramente el consejo más fácil de seguir pero tristemente, es uno de los problemas mayores en el mundo. Todavía es una realidad que las mujeres, a lo largo del planeta, reciben salarios menores al de los hombres realizando trabajos similares. De la misma forma, las mujeres trabajan más horas que los hombresen puestos similares y les es más difícil escalar a mejores posiciones laborales precisamente por la poca equidad de oportunidades que existe en nuestra sociedad. Por ello, es primordial que si tienes un negocio social e inclusivo, la primera regla sea la de asegurar que no importa si eres hombre o mujer, tengas las mismas oportunidades y mismos beneficios por un trabajo similar. No hay que ir muy lejos para ver que en este tema no estamos muy bien en México si leemos que en el Global Gender Gap Report de 2016, elaborado por el Foro económico mundial(WEF), México se encuentra en la posición 66 de 144 países por datos como que las mujeres trabajan 27 minutos en promedio más al día que los hombres. Además, por cada dos hombres que trabajan formalmente, hay solo una mujer. También hay 10% más mujeres en el sector informal que hombres y por cada hombre que tiene un trabajo de medio tiempo, hay dos mujeres. Un negocio social e inclusivo debe asegurarse de que estos números sean iguales para hombres y mujeres.

2. ¡Aprende a delegar!

Los nuevos modelos de organización en el trabajo tienden a ser más horizontales que verticales. El modelo en que un jefe único debía tener toda la responsabilidad por las acciones de la empresa poco a poco se va diluyendo. De la misma manera, poco a poco va creciendo una práctica de gobernanza empresarial en donde, en pocas palabras, los jefes demuestran su confianza en su equipo al delegarles más y más trabajos importantes. Con mayores responsabilidades, el equipo de trabajo tiene mayores posibilidades para saber reaccionar frente a nuevas adversidades porque para dar mayor responsabilidad, es muchas veces necesario brindar mayor capacitación a los empleados. Con mayor capacitación, los empleados podrán decidir mejor y asumir su responsabilidad en cada acción que hacen. Esto genera que el organigrama se haga más horizontal, lo cual es positivo.

3. ¡Ni muy muy ni tan tan!

Una de las razones de que un negocio no se considere inclusivo o social es que la diferencia entre el sueldo de la posición más alta y el sueldo más bajo sea muy grande. Por ejemplo, si el director de la empresa gana 5 veces más que otra persona en la misma empresa, el negocio no puede considerarse inclusivo o social porque entre mayor sea la diferencia de sueldos, mayor será la estratificación social dentro de la empresa o negocio. Hace poco se publicó en internet el caso de un jefe que se redujo el sueldo en una empresa norteamericana para que sus empleados ganaran más, ocasionando que en poco tiempo, los empleados le compraran un nuevo auto a su jefe. Al reducir las diferencias económicas que pueden existir entre un jefe y un empleado, se logra generar un grupo de personas con una misma y única responsabilidad: llevar el negocio a que sea un éxito. 

El mundo de la responsabilidad social está en creciente expansión. No pierdas tu oportunidad de pertenecer al mundo del futuro.

Escrito por Roberto Carvallo Escobar

Director de Terraética