El auge de la sustentabilidad y el cambio climático ha detonado una gran oportunidad para la creación de valor en empresas y gobiernos. Las tendencias vistas a lo largo del mundo y en México muestran que la incorporación de procesos de sustentabilidad y combate contra el cambio climático son estrategias que afectan de manera positiva a toda la cadena productiva de una empresa u organización.

 

Una política de sustentabilidad contribuye tanto en la optimización de recursos e insumos, en la reducción de gastos para la disposición de residuos, en el posicionamiento de liderazgo en responsabilidad social corporativa y más importante, en la ampliación dela licencia social para la operación de la empresa.

Igualmente, una estrategia de sustentabilidad permite ampliar la vinculación y articulación con la sociedad civil que genere espacios de diálogo y colaboración, por lo que detona procesos de valor compartido con todos los stakeholders de una actividad económica. Por esta razón, una política de sustentabilidad y cambio climático acompaña a toda estrategia de riesgos de una empresa a corto y mediano plazo. Una política de sustentabilidad y cambio climático es un esfuerzo por adelantarse hacia las prácticas empresariales del futuro.

Para desarrollar dicha política es necesario en primer lugar identificar los insumos necesarios para que sea una política viable y eficaz y, en segundo lugar, conocer la factibilidad de diseñar y construir dicha política dentro de la empresa u organismo. Para lo primero, se requiere conocer la dimensión del desafío e identificar la línea base y la capacidad de acceso a información y proceso de la misma para poder desarrollar instrumentos de medición de impacto pertinentes como lo es la huella de carbono o la huella hídrica. Esta primera etapa determina una hoja de ruta que permitirá definir un primer plan de trabajo para visionar el alcance y objetivos preliminares y definir la introducción al diagnóstico inicial. La hoja de ruta generará un marco de trabajo y conceptual para el diagnóstico y una línea base.

Como siguiente paso, se requiere desarrollar un diagnóstico de la situación y contexto de la empresa en relación con la información disponible y los flujos de información actuales, así como los alcances a los que la factiblidad de la política de la empresa podría acceder. En un tercer momento, con información contextualizada a partir del diagnóstico y el marco de trabajo, se elabora el estudio de factibilidad del diseño, implementación y mejora de una política de sustentabilidad.

Como complemento, teniendo ya una estructura de política de sustentabilidad, se comienza a proyectar una cuarta etapa con instrumentos de línea base para el impacto y sustentabilidad de la empresa. Dentro de estos instrumentos se encuentran la medición de huella de carbono, medición de impacto social, evaluación de valor compartido, etc. Dichos instrumentos deben estar alineados con los resultados de cada una de las fases previas aunque cabe mencionar que los estándares globales de sustentabilidad abarcan de facto la creación de muchos de dichos instrumentos.

Escrito por Roberto Carvallo Escobar

Tw. @rob_carvallo